Para la elección del tratamiento más apropiado es necesario considerar algunos aspectos importantes: colocación de la madera, estabilidad dimensional, condiciones meteorológicas, primera protección biológica y situación constructiva.
Colocación de la madera
Según su colocación, en el interior o en el exterior, la madera estará sometida a una mayor o menor exposición a los agentes atmosféricos y a condiciones de humedad y temperatura sumamente distintos. En el exterior es necesario efectuar una protección meteorológica y una protección biológica, mientras en el interior, en condiciones de humedad y temperatura regulares, se podrá efectuar exclusivamente un tratamiento decorativo para resaltar la belleza de la madera.
Estabilidad dimensional.
La madera se utiliza como revestimiento y como elemento estructural. De acuerdo con su uso previsto, se admite un mayor o menor nivel de variación dimensional. Por ejemplo, para las ventanas y persianas se utilizan elementos en madera que se han construido de manera que no se deformen (con estabilidad dimensional). Para evitar deformaciones debidas a hinchazones provocadas por la absorción de humedad, se recomienda elegir un ciclo especial de barnizado que cierre los poros de la madera.
En cambio, en estructuras como elementos de balcones, contraventanas, vigas, cabios, casas y casitas de madera, cenador y pérgolas (con estabilidad dimensional parcial), y también simples empalizadas, machihembrados, vallas y revestimientos de madera (sin estabilidad dimensional), es mejor utilizar ciclos que favorezcan la transpirabilidad de la madera para evitar que la salida de humedad separe la capa de barniz.
Condiciones meteorológicas.
¿Dónde se encuentra el elemento? Que se trate de montañas altas o de zonas marinas, si la estructura de madera se encuentra expuesta al norte (de noroeste a noreste), la situación meteorológica se considerará leve, si se encuentra al este (de noreste a sureste) se considerará media, si se encuentra al sur o al oeste (de sureste a noroeste), las condiciones meteorológicas se considerarán extremas. Esto es debido a la radiación solar que, al ser más directa en las zonas situadas hacia el sur, ataca de forma más fuerte la superficie de la madera. Al contrario, las zonas expuestas hacia el norte, estarán sometidas a situaciones de humedad más elevadas.
Protección constructiva.
La situación constructiva se puede clasificar como protegida, parcialmente protegida y no protegida. En una situación constructiva protegida, la protección de la madera contra las radiaciones solares y las lluvias es prácticamente completa, por ejemplo, gracias a elementos sobresalientes del techo. La protección constructiva es la parte más importante para conservar la madera en el tiempo. Si no existe una solución constructiva adecuada, el tratamiento protector de la madera tendrá que ser especialmente cuidadoso.
Primera protección biológica.
La madera que se coloca en el exterior o en condiciones de humedad elevada, corre el riesgo de recibir ataques biológicos, es decir, puede recibir ataques de hongos, mohos e insectos xilófagos, como por ejemplo la carcoma o el más común capricornio doméstico.
En estas condiciones, es siempre necesario elegir un ciclo de tratamiento que incluya una protección biológica adecuada
(por ejemplo: Lignex Defend, Lignex Grund BPlv, Hydrogrund Plus, Aqua Lignex I).